¿Una mina en Madrid?

En el Museo Histórico Minero Don Felipe de Borbón y Grecia se encuentra la única mina que podrás visitar en Madrid, sí, una mina! A ver, no es Asturias, ni León, ni Río Tinto, pero es una curiosa pieza de museo que se puede visitar sin salir de Madrid y gratis!.

Se trata de una reproducción de un yacimiento real de carbón que reproduce fielmente una galería y un pozo, con diversos tipos de sostenimiento, con vagonetas, vías, maquinaria de extracción, ventilación y desagüe.

Se inauguró en 1967, y su objeto fue dotar a la Cátedra de Laboreo y Mecánica de Rocas de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas de un medio para poder realizar prácticas reales, con los estudiantes de los cursos de Laboreo de Minas.

¿Dónde está?, en la calle Ríos Rosas, 21. Y tenemos cerca la estación de Metro de Ríos Rosas (línea 1) y las paradas de autobús de las líneas 3, 12, 37, 45, 149, L1 y L7.

La visita es guiada, en grupos de 25 personas, y sólo está abierta el primer domingo de cada mes. Hay que inscribirse en la mesa de la entrada a la Escuela situada en la calle Ríos Rosas el mismo día (no se puede reservar). Los pases para la visita son a las 10:30, 11:15, 12, 12:45 y 13:30. Es importante llegar pronto pues las plazas se completan en seguida. No os preocupéis por qué hacer mientras esperáis turno, os recomiendo visitar el mercadillo y el museo de minerales de la Escuela. Les encantará a los niños y un par de minerales levantarán las expectativas!! Si no os da tiempo también podéis visitarlo después para redondear la mañana.

Llegada la hora, protegidos por el correspondiente casco, descenderemos 75 escalones. Despacito, que son altos y peligrosos. Al final… ¡estamos en una mina!, a 25 metros bajo tierra. Toda una experiencia. A izquierda y derecha hay una galería. Es la mina, con sus 50 metros de longitud, sus luces medio en penumbra, sus vagonetas, su humedad, utensilios de minería, cuadros de mando y raíles dobles para transportar el mineral con el que practicaban los aprendices de ingeniero de Minas.

A la izquierda termina el pozo con una sala contigua de bombas, equipada para el achique de agua del fondo del mismo y con los mandos del alumbrado eléctrico que lleva toda la galería del tipo antigrisú.

A la derecha, la galería se topa con la calle Ríos Rosas. No se pudo alargar más porque estaban, ahí cerca, los túneles de la línea 1 del Metro. Con 50 metros de mina había que apañarse. En esta parte se han simulado diversos tipos de revestimiento y entibación: hormigón, madera en cuadros de distintos tipos y arcos metálicos deslizantes, colocados como muestrario a lo largo de la galería y en trozos de la misma. Ahí están, simulados, distintos tipos de carbón colocados, nos dicen los expertos, en las formas en que se puede mostrar el mineral en las entrañas de la tierra.

Arriba, en el patio ajardinado de la Escuela hay un castillete real que perteneció al pozo «Mirador» y estuvo en funcionamiento en Minas del Centenillo entre 1897 y 1963. Por él se sacaron unos cinco millones de toneladas de mineral de plomo, según reza en el cartel adosado en su estructura.

La visita merece la pena. Y al final, efectivamente, lo que hemos pensado al entrar: tenemos que enfrentarnos a los 75 escalones, que esta vez son hacia arriba. Cuando ya quedan pocos nos cuesta respirar, a unos más que a otros. Y no es por el hollín…