Las crepes son una base riquísima que se puede rellenar con muchos sabores. Frutas, nata, chocolate, mermeladas, sirope…Podéis probar diferentes y siempre divertidos, y lo mejor es que a los peques les encantan. Un délice français!
Ingredientes (salen unas 15 crêpes):
- 2 huevos
- 250 gramos de harina
- 1 cucharada soperas de aceite de oliva suave
- 1 cucharada soperas de azúcar
- 1 cucharada soperas de ron o coñac
- 1 vaso (de agua) de mitad leche mitad agua (que estén frías, de nevera para evitar grumos)
- Un pellizco de sal
- Mantequilla para engrasar la sartén
- Frutas, nata, chocolate (Nocilla), mermeladas, sirope… para rellenar.
Utensilios que necesitas:
- Un bol o ensaladera para hacer la masa
- Una sartén antiadherente amplia y con poco fondo para hacerlas (la crêpe será el tamaño que tenga el fondo de la sartén).
- Un vaso de los de agua, un tenedor, una cuchara y un cazo pequeño.
- Fuente para servirlas
¡A por ellas!
Lo primero es tener a mano los ingredientes y listos a los peques, con sus delantales puestos (o camisetas de batalla). En el bol ponen la harina, el azúcar y la sal. Remueven un poco con un tenedor para que se mezcle bien. A continuación tienen que hacer un «volcán» y en el centro vuelcan los huevos, previamente batidos como si fuesen para tortilla, el aceite y el licor. Se mueve todo bien procurando obtener una masa sin grumos (explicadles lo que son) y, poco a poco, se va incorporando el agua mezclada con la leche mientras se va removiendo la mezcla hasta que se obtiene la consistencia de unas natillas. A veces es necesario añadir un poco más de agua, en función del tipo de harina que uséis.
Una vez tengamos la mezcla, se tapa con un paño limpio y se deja reposar al menos una hora; y si podéis más, mejor.
Pasado el tiempo, si veis que la mezcla se ha espesado mucho, podéis añadir un poco más de agua y leche mezcladas.
Ahora hay que pasar por la sartén. Engrasamos el fondo con un poco (insisto, un poco) de mantequilla y cuando está caliente, con el cazo, vertemos un poco de mezcla. Lo suficiente para que cubra el fondo de la sartén, pero nada más. Dejad que se cueza, y moved la sartén cuando veáis que la mezcla cuaja, para que no se agarre.
Y llega lo mejor…¡hay que darles la vuelta!. Esta parte captará la atención de los peques y pondrá a prueba vuestra habilidad. Acercad la crepe al borde de la sartén y con un movimiento brusco haced que voltee y que caiga por la parte que está sin hacer. Obtendréis una ovación del público cada vez que lo consigáis, y unas carcajadas generales cada vez que falléis. Intentadlo, es muy divertido tanto el éxito como el fracaso, y en este caso siempre quedan tenedores para ayudar. ¡Quién dijo miedo!
Un poco después, cuando está un poco dorada, la sacáis a la fuente de servir y ¡a por la siguiente!
Una vez terminado, podéis rellenarlas con lo que más os gusta: frutas, nata, chocolate, mermeladas, sirope…¡probad a experimendar! También podéis jugar a hacer figuras y dibujos divertidos. Después las enrolláis o dobláis, y ¡a comer!