Sile, sile, ¡nole!

Todos los peques que hacen una colección de cromos sueñan con poder cambiar todo el taco de repes y dar un buen empujón a su colección. Encontrar los más difíciles, los últimos. Y los mayores con hacerlo realidad y dejar de ver cómo crece ese taco. Pues…¡buenas noticias!, en Madrid hay un sitio magnífico donde podéis conseguirlo.

Cromos_Rastro

En el Rastro, los domingos por la mañana, encontraréis muchos niños (y mayores) que taco en mano, y lista en la otra, van en busca de esos cromos que les faltan para terminar su colección, y que después de comprar sobres y sobres aún no han conseguido.

Es el mejor sitio de todo Madrid, sin duda, y está la plaza del Campillo del Mundo Nuevo, cerca de la plaza de Toledo, en la parte sur del Rastro. Cerca tenéis la estación de cercanías de Embajadores (línea C-5) y las estaciones de Metro de Puerta de Toledo (línea 5) y Embajadores (línea 3). También tienes al lado las paradas de autobús 41, 60, 168 y Circular (C1 y C2).

Desde primera hora de la mañana hasta ya bien entrada la hora de comer, van llegando continuamente peques armados con sus tacos de cromos, y los mayores con sus listas (a veces interminables) llenas de números. Los peques no las necesitan, por muy increíble que parezca, y por muchos cromos que tenga la colección, tienen memorizado cada uno y saben perfectamente cuáles tienen y cuáles no. Los ríos de España, ni se los preguntéis (os llevaréis un disgusto), pero los cromos …¡vamos, vamos, que nos vamos!

Y nada más llegar, a buscar el grupo de su colección. El más grande es el de cromos de fútbol, y alrededor se sitúan el resto. Buscad, preguntad y encontraréis, y si no esperad un poco que ya llegará alguien. Os recomiendo que vayáis organizados, los cromos ordenados y por si os quedan pocos, una lista con los números que faltan. Así el cambio irá más rápido, porque os diré que media hora cambiando cromos…satura un poco. Y no penséis que el niño lo hará solo, no, le faltarán manos para sujetar el taco, los que no tiene, la lista…y os tocará estar al lado ayudando. Hacedme caso, ¡organización!.

También tenéis otra posibilidad, útil cuando quedan muy pocos, o ya queréis acabar con el asunto de raíz, y es acudir a los vendedores que se sitúan alrededor, con sus flamantes archivadores repletos de cromos perfectamente clasificados, y que pagando cierto precio (no mucho aunque poco negociable en la mayoría de los casos) os los proporcionarán encantados. Y si lo que venís a buscar son cromos de otros años, de colecciones inacabadas, o de cromos de vuestra juventud, tenéis que acudir directamente a ellos. Si no tienen lo que buscáis, seguramente lleguéis a un acuerdo y durante la semana siguiente os los consigan. Preguntadles.

Cromos_Rastro_Vendedores

Y bueno, una vez habéis cambiado todo el taco de repes, podéis daros una vuelta por el rastro, eso sí, sin quitar el ojo de los peques, que aquello está repleto de gente.

Otra alternativa, muy válida para quienes les venga bien y no quieran desplazarse hasta el Rastro, es la plaza de Quintana, también los domingos por la mañana. Aquí hay menos vendedores, aunque haberlos haylos. Está junto a la parada de Metro Quintana (línea 5) y las paradas de autobús 38 y 113.

Probad y veréis con qué ilusión se levantan los peques los domingos, los tendréis vestidos y en la puerta antes de que os deis cuenta, ¡y con los dientes bien cepillados!.